Hoy comentaremos las propuestas económicas de los tres pre-candidatos del Partido Acción Nacional (PAN) y terminaremos analizando el resto de las propuestas del Lic. Peña Nieto.
El licenciado Santiago Creel Miranda ha enfocado sus propuestas al asunto de la seguridad pública y la única oferta en materia de economía es ‘combatir a los monopolios’. A pesar de que lo considera esencial para ‘generar empleos, incrementar la recaudación fiscal y la cobertura de la seguridad social, así como también favorecer la redistribución del ingreso, el combate a la pobreza y revertir la desigualdad social’, al igual que el abanderado del PRI, no ha dado detalles de
las acciones concretas que llevaría a cabo para lograr este objetivo (ver comentario al respecto en nuestra entrega anterior).
Aunque apenas completó dos años a cargo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el licenciado Ernesto Cordero Arroyo ofrece continuidad en la política económica del gobierno federal bajo la premisa de que tiene una trayectoria probada en la ‘conducción económica del país’. Su principal preocupación no son las finanzas públicas federales, sino la escasa recaudación de los impuestos que son potestad de entidades federativas o municipios tales como el impuesto sobre nómina y el predial. De esta manera, sin entrar en detalle, propone promover que los niveles sub-nacionales de gobierno mejoren su desempeño recaudador. En nuestra opinión es un asunto que tiene mucha relevancia no sólo por la necesidad de finanzas públicas estatales y municipales sanas sino también en el marco de una estrategia de desarrollo económico con un enfoque regional y local.
Sin embargo, un cambio de rumbo no ha sido contemplado por el licenciado Cordero quien ofrece como política de gasto para impulsar la economía interna: a) Construir infraestructura, b) Otorgar becas para educación superior, c) Dotar de mayores recursos a los programas sociales para beneficiar a las familias que más lo necesitan así como incorporar al mercado laboral a mujeres y jóvenes. De igual
manera que el licenciado Peña Nieto, no se plantea una estrategia bien integrada
donde se privilegien las sinergias entre las políticas públicas de las distintas dependencias del gobierno federal y, mucho menos, la coordinación con las acciones de los gobiernos estatales y municipales.
Las ofertas de la licenciada Josefina Vázquez Mota en materia económica tampoco presentan la mencionada característica. A pesar de lo anterior, parece que el mayor tiempo que pasó en la Secretaría de Desarrollo Social en comparación con el licenciado Cordero le permitió darse cuenta que es imperativo incorporar el desarrollo de capital humano a los programas de combate a la pobreza que, en opinión de académicos y algunas autoridades municipales y estatales, han perpetuado las condiciones de marginación al fomentar la dependencia y pasividad de los beneficiarios. En otras palabras, la economía del país podrá mejorar incidiendo directamente en las habilidades de las personas sin olvidar que las políticas públicas para mejorarlas deben estar estrechamente ligadas a las características y aspiraciones de cada territorio.
La Lic. Vázquez Mota se suma a los candidatos de elecciones pasadas y al Lic. Peña Nieto en su ofrecimiento de una reforma hacendaria y está consciente de la necesidad de incluir en ésta tanto incentivos para la inversión productiva y, por ende, la generación de empleos, como una mejora en el ejercicio del gasto público. También coincide con el abanderado del PRI en la propuesta de ampliar el crédito para la creación y consolidación de empresas (consultar comentarios al respecto en nuestra primera entrega).
Terminamos este comentario con las últimas tres propuestas del Lic. Peña Nieto: a) Nueva estrategia de comercio exterior, b) Política sectorial enfocada al campo y a la industria y c) Reducir la economía informal al eliminar las cuotas obrero-patronales. Según datos oficiales, desde la apertura comercial del país nuestras exportaciones se han tanto diversificado como aumentado sustancialmente. Así que, considerando que la principal crítica al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha sido que las empresas o productores en los mercados nacionales de una gran variedad de productos no estaban listos para competir internacionalmente, estaremos pendientes para escuchar los meticulosos detalles de la estrategia que se plantee.
El énfasis en una política sectorial a nivel federal referente a cualquier sector productivo pone en riesgo la efectividad del gasto público al no considerar las vocaciones y necesidades territoriales. Nuestro punto de vista es que se tienen que apoyar las estrategias de desarrollo definidas en y pertenecientes a cada lugar, y no los sectores económicos que determina una oficina central alejada de las realidades estatales y municipales. Finalmente, para lograr que la economía informal se integre a la legalidad hay que reducir los costos en tiempo y recursos monetarios de abrir un negocio y cumplir las obligaciones fiscales y laborales de las empresas. Esto no implica necesariamente eliminarlas, sino simplemente simplificarlas. Sin embargo, como esto sería parte de una reforma fiscal, por el momento le otorgamos el beneficio de la duda en espera de los detalles de sus propuestas.
La próxima ocasión ya estarán definidos los candidatos a la presidencia de los principales partidos políticos por lo que estamos seguros que empezarán a afinar sus propuestas y tendremos nuevo material para nuestros comentarios.