Los bajos precios del petróleo están mermando las finanzas de algunos de los países exportadores del energético tales como Rusia, Venezuela y México.
Como consecuencia, en este último país, se anunció una disminución del gasto público para 2015 y otra más para el próximo ejercicio fiscal.
Lo anterior resulta curioso dado que recientemente su Ministro de Finanzas (Secretario de Hacienda y Crédito Público) fue galardonado internacionalmente en más de una ocasión por las reformas hacendaria y financiera impulsadas y aprobadas en ese país en 2013.
Sin embargo, como se ha mencionado en diferentes espacios de nuestra organización, la dependencia de las finanzas públicas mexicanas de los recursos provenientes de la exportación petrolera data desde mediados del siglo pasado. A pesar de las ‘reformas’ y los innumerables premios y reconocimientos, esto no ha cambiado.
Independientemente de la incapacidad y/o falta de voluntad para verdaderamente realizar los cambios necesarios para dejar a un lado dicha dependencia, en el rubro del gasto, se pueden efectuar acciones relevantes que, en su conjunto, tendrían un efecto significativamente positivo.
Disminuir la cantidad de burócratas es una de ellas. En general, en el gobierno mexicano hay personal de confianza y los que denominan operativos. Éstos últimos son personal sindicalizado con prerrogativas que alientan la ineficiencia y baja productividad.
Por dar algunos ejemplos, en su mayoría, su hora de entrada es a las 8 u 8.30 horas, más temprano que la de sus jefes, es decir, el personal de confianza. Por lo que llegan y pueden hacer lo que deseen dado que no tienen ninguna supervisión. Por lo general, registran su entrada y se van a desayunar o a atender asuntos personales. Cabe señalar que aunque la entrada para personal de confianza es normalmente a las 9 horas, de directores de área para arriba, una gran proporción de ellos suelen llegar aproximadamente las 10 de la mañana.
Aunque hay algunas excepciones, al personal sindicalizado no se le puede solicitar trabajo sustantivo porque no lo realizan con eficacia y prontitud dado que saben que si son ineficientes, no pasa nada. Asimismo, durante el año, tienen derecho a días extraordinarios a los del resto del personal para no presentarse a trabajar, y se les organizan varios festejos y otorgan regalos y ‘premios’, obviamente en días y horas laborales.
Una real y efectiva coordinación entre dependencias del gobierno federal, sin duda, generará sinergias entre las distintas acciones de política pública. Sin embargo, no solo la coordinación es escasa sino que se han y siguen creando nuevas oficinas y órganos que duplican funciones dado que sus encomiendas pueden atenderse con la estructura existente. Ese es el caso de la costosa Unidad de Productividad Económica de la Secretaría de Hacienda que realiza funciones que corresponden a la Secretaría de Economía.
Por otro lado, lo más relevante será asignar el gasto público bajo criterios que privilegien el desarrollo regional y local. Ajustar y fortalecer la Agenda para el Desarrollo Municipal del Instituto Nacional para el Federalismo y Desarrollo Municipal, con un enfoque de desarrollo integral sería un primer paso para dejar de desperdiciar recursos principalmente en programas de ‘desarrollo social’ que han erogado por años grandes cantidades de dinero en estados como Guerrero, Chiapas y Oaxaca, cuyas poblaciones continúan siendo las más rezagadas de ese país, y acostumbradas a ser dependientes y pasivas cuando se trata de comprometerse a trabajar para salir adelante por sí mismas.
El camino es desmantelar el entramado actual de programas gubernamentales para generar políticas públicas coordinadas y enfocadas a las distintas realidades sub-nacionales, diseñadas considerando criterios estrictos de transparencia y cooperación entre niveles de gobierno, y una real representatividad de agentes locales en cada lugar.
Mientras las decisiones se tomen considerando aspectos políticos, como por ejemplo, el clientelismo entre gobierno y sindicatos, y el primero y la población más desfavorecida, o la elite del sector privado; mientras realmente no se aplique la ley para luchar contra la corrupción, y, así, exista transparencia en el uso de los ‘escasos’ recursos públicos; y mientras no exista coordinación y se incorpore un enfoque de desarrollo local e integral, no solo los problemas no se resolverán, sino que habrá más, y los existentes serán más graves. Se podrían exponer muchas más situaciones que se presentan en la realidad mexicana, como las obesas sumas de dinero destinadas a las Cámaras de Diputados y Senadores, y a los partidos políticos, entre otras, pero con lo descrito es suficiente para transmitir nuestra reflexión.
En suma, se necesita y es posible mayor eficiencia en el gasto público. La metodología de presupuesto base cero propuesta por el Ministro de Hacienda mexicano para el presupuesto 2016, no tocará los principales recursos de la Secretaría de Desarrollo Social y otros de otras dependencias, que no son más que asistencialistas, clientelares e inefectivos. Lo anterior, es por tanto, un discurso más que manifiesta que del dicho al hecho puede haber un gran trecho.Haz clic aquí para modificar.
Como consecuencia, en este último país, se anunció una disminución del gasto público para 2015 y otra más para el próximo ejercicio fiscal.
Lo anterior resulta curioso dado que recientemente su Ministro de Finanzas (Secretario de Hacienda y Crédito Público) fue galardonado internacionalmente en más de una ocasión por las reformas hacendaria y financiera impulsadas y aprobadas en ese país en 2013.
Sin embargo, como se ha mencionado en diferentes espacios de nuestra organización, la dependencia de las finanzas públicas mexicanas de los recursos provenientes de la exportación petrolera data desde mediados del siglo pasado. A pesar de las ‘reformas’ y los innumerables premios y reconocimientos, esto no ha cambiado.
Independientemente de la incapacidad y/o falta de voluntad para verdaderamente realizar los cambios necesarios para dejar a un lado dicha dependencia, en el rubro del gasto, se pueden efectuar acciones relevantes que, en su conjunto, tendrían un efecto significativamente positivo.
Disminuir la cantidad de burócratas es una de ellas. En general, en el gobierno mexicano hay personal de confianza y los que denominan operativos. Éstos últimos son personal sindicalizado con prerrogativas que alientan la ineficiencia y baja productividad.
Por dar algunos ejemplos, en su mayoría, su hora de entrada es a las 8 u 8.30 horas, más temprano que la de sus jefes, es decir, el personal de confianza. Por lo que llegan y pueden hacer lo que deseen dado que no tienen ninguna supervisión. Por lo general, registran su entrada y se van a desayunar o a atender asuntos personales. Cabe señalar que aunque la entrada para personal de confianza es normalmente a las 9 horas, de directores de área para arriba, una gran proporción de ellos suelen llegar aproximadamente las 10 de la mañana.
Aunque hay algunas excepciones, al personal sindicalizado no se le puede solicitar trabajo sustantivo porque no lo realizan con eficacia y prontitud dado que saben que si son ineficientes, no pasa nada. Asimismo, durante el año, tienen derecho a días extraordinarios a los del resto del personal para no presentarse a trabajar, y se les organizan varios festejos y otorgan regalos y ‘premios’, obviamente en días y horas laborales.
Una real y efectiva coordinación entre dependencias del gobierno federal, sin duda, generará sinergias entre las distintas acciones de política pública. Sin embargo, no solo la coordinación es escasa sino que se han y siguen creando nuevas oficinas y órganos que duplican funciones dado que sus encomiendas pueden atenderse con la estructura existente. Ese es el caso de la costosa Unidad de Productividad Económica de la Secretaría de Hacienda que realiza funciones que corresponden a la Secretaría de Economía.
Por otro lado, lo más relevante será asignar el gasto público bajo criterios que privilegien el desarrollo regional y local. Ajustar y fortalecer la Agenda para el Desarrollo Municipal del Instituto Nacional para el Federalismo y Desarrollo Municipal, con un enfoque de desarrollo integral sería un primer paso para dejar de desperdiciar recursos principalmente en programas de ‘desarrollo social’ que han erogado por años grandes cantidades de dinero en estados como Guerrero, Chiapas y Oaxaca, cuyas poblaciones continúan siendo las más rezagadas de ese país, y acostumbradas a ser dependientes y pasivas cuando se trata de comprometerse a trabajar para salir adelante por sí mismas.
El camino es desmantelar el entramado actual de programas gubernamentales para generar políticas públicas coordinadas y enfocadas a las distintas realidades sub-nacionales, diseñadas considerando criterios estrictos de transparencia y cooperación entre niveles de gobierno, y una real representatividad de agentes locales en cada lugar.
Mientras las decisiones se tomen considerando aspectos políticos, como por ejemplo, el clientelismo entre gobierno y sindicatos, y el primero y la población más desfavorecida, o la elite del sector privado; mientras realmente no se aplique la ley para luchar contra la corrupción, y, así, exista transparencia en el uso de los ‘escasos’ recursos públicos; y mientras no exista coordinación y se incorpore un enfoque de desarrollo local e integral, no solo los problemas no se resolverán, sino que habrá más, y los existentes serán más graves. Se podrían exponer muchas más situaciones que se presentan en la realidad mexicana, como las obesas sumas de dinero destinadas a las Cámaras de Diputados y Senadores, y a los partidos políticos, entre otras, pero con lo descrito es suficiente para transmitir nuestra reflexión.
En suma, se necesita y es posible mayor eficiencia en el gasto público. La metodología de presupuesto base cero propuesta por el Ministro de Hacienda mexicano para el presupuesto 2016, no tocará los principales recursos de la Secretaría de Desarrollo Social y otros de otras dependencias, que no son más que asistencialistas, clientelares e inefectivos. Lo anterior, es por tanto, un discurso más que manifiesta que del dicho al hecho puede haber un gran trecho.Haz clic aquí para modificar.